¿Cómo debería ser la toma de decisiones en una empresa? ¿Cómo tomar decisiones estratégicas? ¿Cuáles son las decisiones óptimas para la economía de la empresa? ¿Cuál debería ser el proceso de toma de decisiones en un negocio?
Estas, entre otras, son cuestiones a las que en cualquier empresa, negocio o puesto directivo nos enfrentamos. La toma de decisiones es algo imprescindible en nuestra vida profesional. Por supuesto, también en la personal.
El cómo tomamos esas decisiones en nuestra empresa, y los criterios y estrategias que tengamos para tomarlas, puede ser clave para el desarrollo de nuestro negocio. Por este motivo, en el artículo de hoy, quiero hablaros precisamente de cómo mejorar la toma de decisiones en una empresa.
Proceso de toma de decisiones en una empresa
Según la RAE:
- Decisión: Determinación, resolución que se toma o se da en una cosa dudosa.
Para empezar, quería hablaros de lo que es decidir. Tomar una decisión supone escoger entre varios caminos, entre varias sendas disponibles. Cuando lo hacemos, suponemos que elegimos la mejor opción, entre las posibilidades que tenemos.
Normalmente, el proceso de toma de decisiones en las empresas, lo podemos dividir en varios pasos:
1. Identificación del problema / objetivos.
2. Planteamiento de las posibles soluciones / caminos.
3. Análisis de las alternativas.
4. Toma de decisión: elección del camino a seguir.
5. Puesta en práctica.
6. Evaluación / Medición de los resultados.
7. Posibles nuevos caminos / correcciones.
Primeramente, debemos identificar el problema que tenemos ante nosotros, o la meta qué queremos alcanzar. Esto significa definir cuáles son nuestros objetivos en el área en concreto de la que estamos tratando.
La cuestión para tratar puede ser muy diversa. Desde retos en recursos humanos, liquidez, ventas, un cliente insatisfecho o un impagado… hasta querer diseñar una estrategia de expansión.
El siguiente paso será plantearnos cuáles son las posibles soluciones con las que podemos resolver o hacer frente a ese problema, o intentar alcanzar esos objetivos que nos hemos propuesto.
Una vez planteadas las alternativas, procederemos a analizarlas y compararlas, buscando cuál es decisión óptima para el reto o problema que nos estamos cuestionando en nuestro negocio.
Una vez analizadas las opciones, llegamos al punto de la toma de decisión. En cómo llegamos a este punto y los criterios para la toma de decisiones, pondremos especial atención en este artículo y lo veremos más en detalle a lo largo del mismo.
Pero de nada serviría tomar una decisión, si no la pusiéramos en práctica. El siguiente paso es, pues, poner los medios técnicos y humanos para poner en marcha la decisión que hemos tomado.
Para saber si la decisión ha sido acertada para nuestros objetivos, y por tanto para nuestro negocio, debemos, pasado el tiempo adecuado, medir los resultados que ha tenido. En este sentido, no debemos hacernos trampas. Lo primero será comprobar si realmente hemos seguido el camino o la hoja de ruta que nos habíamos fijado como solución.
En base a los resultados obtenidos, y el camino seguido, es el momento de valorar si las decisiones tomadas fueron las idóneas, si fueron equivocadas o si, aun siendo buenas, creemos que podemos continuar implementando o cambiando acciones para conseguir unos resultados aún mejores.
Criterios para la toma de decisiones en un negocio
Como comentábamos en el anterior apartado, la toma de decisiones en una empresa tiene como objetivo encontrar el mejor camino ante un problema, situación o deseo de mejora que afecta al negocio.
Además, estas decisiones, no solo implican definir el objetivo, también determinar cuál es el mejor camino a seguir para alcanzarlo. Esto significa definir qué acciones vamos a llevar a cabo y cuáles son los medios que vamos a emplear para ello. Importante tener en cuenta que también puede suponer decidir qué vamos a dejar de hacer.
Pero, cuando llega el momento de esa toma de decisiones ¿cómo lo hacemos? En la mayoría de las decisiones de nuestra vida, profesional y personal, se ven implicadas dos áreas: la emocional y la racional.
🫀 Área emocional: “Decisión ya tomada”
🧠 Área racional: “Speak with Data”
Como sabéis, nuestro cerebro se divide en 2 hemisferios, el lado izquierdo implica el área más racional y el opuesto, el derecho, el área emocional. En cada una de las decisiones que tomamos el cerebro actúa, pero en unas nos dejaremos llevar más por la emoción y en otras por la razón. Veámoslo con un poco más de detalle.
🫀 Toma de decisiones emocional: “Decisión ya tomada”
- Feeling / sensación personal.
- Comparar lo que hacen otros.
- ¿Qué ha funcionado en el pasado?
- ¿Qué grado de riesgo estoy dispuesto a soportar?
La primera forma de tomar decisiones es la que se deja llevar por la parte más emocional de nuestro cerebro. Se trata de una toma de decisión mucho más instintiva y mucho menos analítica que la decisión puramente racional.
En este sentido, nos dejamos llevar por nuestra emoción interna. A este respecto, hay estudios que afirman que realmente la decisión emocional se toma mucho antes de que tomemos consciencia de ella. Antes de que la sintamos, racionalicemos y, por supuesto, mucho antes de que la verbalicemos.
En estos casos, muchas veces lo que hace la razón realmente es justificar una decisión que previamente nuestra mente ya ha tomado. Nuestra razón justifica nuestra emoción.
Se apunta a que esta toma de decisiones emocionales viene de muy atrás, de nuestros ancestros. Para sobrevivir en la era primitiva ante un peligro inminente, no se podía parar a analizar la situación, había que dejarse guiar por el instinto.
Los que así lo hicieron, y consiguieron salir airosos de la situación, pues su instinto basado en su emoción era acertado, son lo que finalmente pudieron transmitir su carga genética.
Esto sea probablemente lo que nos lleva a tomar este tipo de decisiones. Guiados por el feeling, la sensación personal, el olfato… Otras veces guiados por lo que hacen otros o por aquello que nos ha funcionado previamente. Incluso por valorar la cantidad de riesgo que estamos dispuesto a asumir.
Se calcula, de hecho, que la mayor parte de nuestras decisiones de compra, del 70 al 80% son de forma emocional. Nos dejamos llevar, sin pararnos a hacer una segunda parte más analítica.
🧠 Toma de decisiones analítica: “Speak with Data”
- PROS Y CONTRAS
- Pedir opiniones a personas “independientes”
- Matriz COSTE – OPORTUNIDAD
- Valoración de las opciones.
La segunda forma de tomar decisiones es la analítica. Esto supone tomarnos más tiempo para valorar de una forma más racional las distintas cuestiones. De esta manera, hablaremos con datos, o “Speak with data” como dicen los americanos.
Cuando no tenemos una amenaza tan directa, rápida, o son amenazas más veladas en nuestro negocio, podemos ser analíticos. Estudiar los pros y los contras, de cada una de las opciones que nos estamos planteando.
El tomarnos cierto tiempo para decidir algunas cuestiones nos facilita el hecho de poder buscar opiniones de personas independientes. También el contar con profesionales que nos puedan dar una visión más objetiva y experta sobre el campo que tenemos en debate, una mentorización o lo que necesitemos en ese momento.
Del mismo modo, tendremos la oportunidad de establecer diversas matrices de análisis que nos faciliten el visionado de los diversos caminos que podemos seguir. Poner sobre la mesa el tipo de estrategia y los resultados que esperamos obtener con ella.
Para esto, no podemos olvidar que es fundamental tener los datos de nuestro negocio. No podremos hacer un buen análisis y tomar decisiones óptimas en base a este, sin ellos. Debemos medir nuestros resultados, nuestros procesos y también lo que esperamos de ellos.
¿Cómo tomar decisiones en una empresa?
Llegados a este punto, cabe preguntarnos ¿es mejor tomar las decisiones de forma emocional y seguir nuestro instinto? O, por el contrario ¿es preferible analizar todos los datos de la forma más fría y racional posible y en base a esto decidir?
Es cierto que, en el día a día, muchas veces tomamos decisiones “a sentimiento”. En ocasiones por falta de tiempo, por inercia, por prejuicios, por costumbre, por no salir de nuestra zona de confort… Muchas veces es lo cómodo y rápido, pero no siempre es lo acertado.
Especialmente en aquellas decisiones de peso, en las decisiones importantes en la empresa y que pueden afectar en gran medida tanto a su economía como a su funcionamiento, es necesario pararse en la parte más analítica.
No debemos olvidarnos completamente de la emoción, pero no que esta sea la única que rige nuestras decisiones ya que puede hacer que nos equivoquemos y no sigamos los criterios adecuados para tomarlas.
En ocasiones, nos podemos encontrar que queremos tomar las decisiones de una forma analítica pero que no tenemos datos en los que basarnos. La falta de datos en un negocio es un problema relativamente frecuente y en el que no debemos caer. Sin datos, no podremos decidir de una forma verdaderamente analítica.
La importancia de tomar decisiones: ¿Qué pasa si no decido?
Quiero llamar también la atención sobre un último punto. ¿Qué pasa si no decido? En ocasiones, podemos encontrarnos en una encrucijada y entre tomar un camino u otro, dejarlo pasar y no hacer nada.
El no decidir casi siempre es la peor de las elecciones. Podríamos pensar que, si no decidimos, no pasa nada porque seguimos como estamos. En algunos casos, podría ser cierto, pero en muchos otros no y, en todo caso, el no hacer cambios debería ser siempre fruto de una elección consciente, no de la falta de decisión.
Sí ante 2 caminos que se abren a mi paso, a derecha e izquierda, lo que elijo es seguir de frente, me golpeo. Me doy de cabeza con ese problema que no estoy resolviendo. Con esa situación que se enquista, con ese empleado, con ese cliente, con esa ineficiencia que tenemos en la empresa y no estamos poniéndole solución.
A veces ninguna de las alternativas que se nos plantean nos parecen perfectas. Una puede tener sus problemas, otra sus dificultades, pero es mucho peor si seguimos golpeándonos una y otra vez en un mismo asunto sin resolverlo.
«La peor decisión es la que no se toma.»
Y tú, ¿sabes qué decisiones tomar en tu empresa?
El objetivo principal de tomar decisiones en una empresa es encontrar la mejor solución ante una necesidad o situación que afecta al negocio. Es un proceso fundamental tanto para la economía de la empresa como para definir el enfoque que se le da a los procesos y la organización de la misma.
La toma de decisiones acertadas es fundamental para el desarrollo y la eficiencia de nuestra organización y para ello es de vital importancia tener todos los datos sobre la mesa y analizarlos de forma adecuada.
No debemos olvidar que las decisiones que tomemos dentro del negocio tendrán un impacto en el mismo. Por este motivo, es importante que siempre seamos conscientes que el futuro de la empresa está directamente relacionado con las decisiones que hayamos tomado.
Si quieres saber más sobre este tema o te gustaría tener una persona a tu lado que te ayude y acompañe a tomar decisiones óptimas y estratégicas para mejorar tu empresa, no dudes en consultarme sobre nuestros planes de mentorización. También puedes solicitar una sesión de diágnostico y analizaremos el potencial de tu negocio.
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