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¿Qué es la tesorería de una empresa? ¿y la liquidez? ¿de qué depende? ¿de la rentabilidad de la empresa, del estado de resultados, del balance general, del flujo de efectivo…? ¿Qué son los estados financieros? ¿Cómo saber si mi negocio va bien?

En referencia a estas preguntas, en el artículo de hoy, quiero hablaros de uno de los temas recurrentes a los que se enfrentan, cuando comienzo a trabajar con ellos, muchos de mis clientes: el estado de su cuenta bancaria, de su tesorería.

La aparente paradoja de negocios que van bien, empresas con buenos resultados, con buenos márgenes y ventas que aumentan, así como los beneficios, pero en las que, sin embargo, sus cuentas bancarias son deficitarias. Como consecuencia de ello, sus responsables han tenido que recurrir a líneas de crédito, pedir préstamos o aportar dinero de su capital personal.

¿Qué está pasando? Adentrémonos en el tema y veamos cuáles son los motivos que pueden estar ocasionando que los beneficios de mi empresa aumenten y sin embargo el saldo de su cuenta disminuya.

 

Cómo saber si mi negocio va bien

Lo primero que debemos tener en cuenta es que, realmente, no es lo mismo ganar dinero que disponer de dinero. Por este motivo, debo comenzar sabiendo analizar los números de mi empresa. De esta forma, podré saber en todo momento cómo va mi negocio.

El análisis del estado de una empresa se puede hacer desde distintos puntos de vista. Podríamos evaluar cómo es la situación de las ventas, el grado de satisfacción de mis clientes, el tipo de productos qué tengo, las perspectivas de futuro de mi negocio… pero hoy, en este artículo que nos ocupa, nos vamos a centrar en el punto de vista económico.

Para saber cómo va la economía de mi empresa, cómo van los números de mi negocio, tenemos 3 grandes formas verlo. Datos que hay que observar y analizar independientemente de lo pequeña o grande que sea nuestra empresa.

No importa que seamos una multinacional o la pequeña ferretería de la esquina, que seamos una empresa de un solo trabajador o de unos cuantos cientos de miles de empleados, estos datos son clave para conocer nuestra situación económica. Se trata del análisis de los estados financieros de la empresa.

 

como saber si mi negocio va bien

 

Estados financieros de una empresa

El análisis de los estados financieros de una empresa es clave para tener la información necesaria del estado económico de nuestro negocio. Para cualquier gerente, directivo o dueño de negocio puede ser de vital importancia tenerlos presentes con regularidad a la hora de tomar decisiones que afectan a su organización:

  1. Estado de resultados de una empresa.
  2. Estado de la tesorería de una empresa.
  3. Balance general de una empresa.

Los estados financieros también son información relevante para las entidades bancarias a la hora de facilitar líneas de crédito o financiación. Con ellos, estiman el riesgo que asumen al hacerlo. En función de este, ponen los límites y condiciones en las operaciones a realizar.

 

1. Estado de resultados de una empresa

¿Mi negocio genera dinero?

El estado de resultados de mi empresa me muestra si mi negocio genera dinero. El balance entre ingresos y gastos en períodos concretos de tiempo. También podemos llamarle “pérdidas y ganancias”, “cuenta de resultados” o “profit and lost”.

 

2. Estado de la tesorería de una empresa

¿Tengo dinero en mi negocio?

El estado de la tesorería de mi empresa, flujo de efectivo o “cash flow” responde a la pregunta de si tengo dinero disponible.

El estado de la tesorería no es equivalente al primer punto, el estado de los resultados, puesto que no es lo mismo generar que tener. Como veremos, es compatible estar generando mucho dinero porque mi negocio tiene esa rentabilidad y, sin embargo, no disponer de flujo de efectivo.

 

3. Balance general de una empresa

¿Mi negocio aumenta el valor/capital?

El balance general de mi empresa es quizás el más difícil de manejar en el día a día, pero es tan importante como los anteriores.

Este estado que tiene en cuenta mis activos, mis pasivos, mis deudas… responde a la pregunta acerca de si mi empresa está aumentando de valor. Con él vamos a analizar si el capital de mi empresa está aumentando o reduciéndose.

Para poder valorar la cuestión que nos ocupa hoy, por qué mi empresa gana dinero, pero mi cuenta está a cero, vamos a centrarnos y profundizar un poco más en el segundo punto, el estado de la tesorería.

 

estrategias para mejorar la rentabilidad de una empresa

 

La tesorería de una empresa, el flujo de efectivo  y la liquidez

La buena gestión de la tesorería de una empresa es una parte fundamental para evitar problemas de liquidez y poder hacer frente a los pagos del día a día.

En ella, vamos a tener en cuenta el flujo de efectivo, el dinero que sale y el dinero que entra en nuestro negocio. Contabilizaremos no la fecha de las facturas, sino los plazos de cobros y pagos, o la previsión de estos. Estas cuentas y previsiones serán las que tengan en consideración cuando, realmente, va a entrar y salir el dinero.

De estos desfases es de lo que va a depender en gran medida nuestra disposición de efectivo o cash flow. Para visualizarlo de forma sencilla, vamos a exponer un ejemplo.

Ejemplo de flujo de efectivo en una empresa:

Pongamos una empresa, operativa de enero a mayo, que vende cada mes 5000 lo que sea (euros, dólares, millones…). Ahora, imaginemos que esa empresa tiene el hábito de no cobrarlo todo el primer mes, sino que permite el pago aplazado. El primer mes, aunque haya vendido 5000, cobra solo 1250, el siguiente 1500, el tercero 2000 y ya el último 250.

Es muy habitual en algunos sectores cobrar a 30-60-90 días. Muchas veces, aunque no sean las nuestras, son las condiciones habituales de pago estándar de nuestro cliente y las aceptamos con él.

Este tipo de pagos aplazados nos genera una diferencia entre el resultado de ingresos y lo que realmente estoy percibiendo en mi tesorería. Todos los meses he estado facturando 5000, y así se refleja en el balance de resultados y, sin embargo, en mi flujo de caja el dinero no está.

El problema no acaba ahí. Para poder afrontar esas ventas, he tenido unos gastos que también se reflejan. Puedo haber tenido unos gastos variables de 3000, como los equipos que estoy vendiendo. Además, también, unos gastos fijos de 1500, como pueden ser local, nóminas, electricidad…

Como resultado, el balance de nuestra tesorería será negativo. No solo no tendremos flujo de caja, sino que nos faltarán 3250 para poder hacer frente a los pagos. Como consecuencia, me quedo en negativo y tengo que, o bien hacer una aportación de mi capital personal, o bien recurrir a un préstamo o a la línea de crédito, si la tengo.

El mes siguiente tampoco recuperamos. Aunque en este caso, ingresemos 2750, los gastos continúan siendo superiores a los ingresos. Igualmente, vuelves a tener que aportar dinero. Finalmente, vas recuperando poco a poco.

Ejemplo-tesoreria-empresa-flujo-de-efectivo-liquidez-juan represa

Al observar nuestra tesorería, es fácil detectar uno de los motivos por los que es posible que nuestro negocio genere dinero, pero sin embargo, este dinero no esté disponible en nuestra cuenta.

Cuando tengo pagos en diferido puedo acabar teniendo grandes tensiones en la tesorería de mi empresa, pero este no es el único motivo, a continuación, veamos los más habituales.

 

Las 5 razones más importantes por las que acabamos teniendo tensiones en tesorería

  1. Inversiones / amortizaciones
  2. Gestión de stocks
  3. Plazo de cobro y pago
  4. Impagados
  5. Préstamos / líneas de crédito / financiación

 

1. Inversiones / Amortizaciones

Cuando decido invertir en mi empresa, bien sea en cambiar de local, comprar ordenadores, maquinaria… estoy desembolsando un dinero en el momento, o en un periodo corto de tiempo. Para hacer esta inversión necesariamente retiro dinero directamente de la caja, de mi efectivo.

Sin embargo, aunque haga ese desembolso, este dinero que afecta directamente a mi tesorería, al tratarse de una inversión, la amortización que tiene es más lenta (5 años, 10 años, 20 años…). Es esta amortización lo que realmente voy a ver en mi cuenta de resultados, no lo que verdaderamente acabo de invertir en efectivo.

Como consecuencia, vamos a ver un gran desfase entre la tesorería de la empresa y la cuenta de resultados, de pérdidas y ganancias, de la misma.

Para poner un ejemplo, vamos a suponer que hacemos una inversión de 100.000€ amortizable en 10 años. De esta forma, estaremos reflejando en nuestros resultados solamente un gasto de 10.000€ al año. No obstante, los 100.000€, dado que el pago lo estoy haciendo ahora, los estamos retirando ya de nuestra cuenta, de nuestro efectivo.

Esta diferencia de 90.000€ será notoria en nuestro flujo de efectivo. Consecuentemente, habrá un desfase cuando comparemos el estado de resultados con el estado de la tesorería de la empresa.

 

2. La gestión de stocks

En ocasiones, otra situación que se puede dar es comprar los productos mucho antes de que se vaya a producir su venta. Esto puede ocurrir, por ejemplo, por comprar cantidades mayores para conseguir mejores precios por volumen. Igualmente, por adelantarnos en la compra de productos de temporada para asegurarnos el no quedarnos sin ellos.

Un ejemplo podría ser el adelantar la compra de ciertos productos de Navidad, por miedo a que se agoten. En consecuencia, podemos estar comprando en octubre, o incluso septiembre, productos que sabemos que mayoritariamente no vamos a vender hasta diciembre.

En este caso, tengo los productos a la espera en mi almacén. Es un dinero que ha salido, pero para el que las ventas tardarán en producirse y el dinero tardará en recuperarse. Si aumento mis stocks por encima de las ventas, lo vamos a percibir en la tesorería de la empresa. El aumento de stock va a ir contra nuestro flujo de efectivo.

 

3. Plazo de cobro y pago

En el caso de los plazos de cobro y pago de facturas nos encontramos con negocios en los que esto va a favor o en contra de su cash flow puesto que se dan situaciones en los que los plazos se invierten.

Un ejemplo favorable es el de un supermercado. Este tipo de negocios tienen una ventaja grande en su tesorería. Normalmente, suelen tener pagos aplazados acordados con sus proveedores. Esto significa que pueden acabar pagando, por ejemplo, a 30-60-90 días.

Mientras esto ocurre, los clientes de este tipo de establecimientos pagan al momento, bien sea en efectivo o con el mínimo decalaje que puede tener una tarjeta de crédito. Gracias a este sistema, tienen un flujo que mejora, debido a que el plazo de cobro es mucho más corto que el de pago.

En este ejemplo de los supermercados, ocurre justo lo contrario de lo que ocurría en el ejemplo gráfico teórico del que hablamos más arriba. El caso era a la inversa, cruzado, y el flujo de efectivo sufría las consecuencias alcanzando valores negativos.

estados financieros-resultados-tesoreria-balance-empresa-liquidez-rentabilidad

 

4. Impagados

La cuarta situación es una realidad que a veces puede costar asumir. Indistintamente de que nuestra empresa sea de un trabajador, de cien o cien mil empleados, cuesta admitir la existencia de los impagados.

La realidad es que, a todos los niveles, ocurre. En ocasiones, llega la fecha del pago y este no se produce. Aquí ya no solo entra el riesgo de que el pago no se llegue a producir nunca, sino que todo ese retraso lo vamos a ir sufriendo en nuestra tesorería.

Con los impagos nuestro flujo de caja se resiente lo que puede significar de nuevo tener que recurrir a aportaciones personales, líneas de crédito… o buscar otra aportación de otro tipo.

 

5. Préstamos / Líneas / Financiación

El último lugar, me gustaría comentaros otro motivo por el que puede haber una gran diferencia entre el estado de resultados y el estado de la tesorería, pero en este caso en concreto a la inversa.

Cuando pedimos un préstamo, una línea de crédito, o cualquier otro tipo de financiación o aportación, de golpe nuestro cash aumenta. Repentinamente nuestro flujo de efectivo sube sin haberlo hecho nuestros beneficios ni la rentabilidad de nuestra empresa.

Esta situación hará de nuevo que haya una descompensación entre el estado de nuestros resultados y nuestra tesorería. En este caso a la inversa, podemos estar perdiendo dinero y sin embargo que el saldo de nuestra cuenta corriente haya aumentado.

 

La importancia de entender los números de nuestra empresa

Como ves, es clave tener en cuenta todos los números y estados financieros de la empresa para poder realmente saber cómo va nuestro negocio. Solo conociendo y entendiendo los 3 puntos de vista sabremos si la salud económica de nuestra empresa es buena.

Del mismo modo, en el análisis de estos tres estados es de donde podemos sacar información valiosa para por mejorar el estado financiero de nuestro negocio.

Ahora, piensa en tu empresa ¿conoces sus estados financieros? ¿tienes tensiones en tu tesorería? ¿sabes cómo mejorar tu liquidez? ¿y su rentabilidad? Si tienes dudas o crees que no le has sacado todo el potencial a tu negocio, no dejes de consultarme.

En el acompañamiento que hago a mis clientes, con los programas de mentorización, veo día a día como al entender y manejar con estrategia sus números, sus empresas incrementan su rentabilidad, aumentan sus flujos de efectivo, mejoran sus estados de resultados y su balance general.

 

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