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Saber cómo resolver conflictos laborales entre compañeros es fundamental para el buen funcionamiento de una empresa. ¿Quién no ha tenido compañeros entre los cuales hay problemas?

Las empresas no dejan de ser las personas que las forman y los conflictos en equipos de trabajo son una realidad a la que debemos prestar especial atención. Problemas y enfrentamientos hacen que la empresa no fluya, que disminuya la productividad e, incluso, que la rotación de personal se vuelva muy elevada.

Por este motivo, no solo es importante detectar los conflictos laborales y ponerles solución cuando ocurren, si no también, utilizar todos los mecanismos a nuestro alcance para evitar que se produzcan. Diseñar estrategias y protocolos de prevención de conflictos puede ser clave.

Para que una empresa funcione a pleno rendimiento es importante tener un buen equipo de trabajo, eficiente y motivado, dando lo mejor de sí mismo. Los conflictos entre compañeros lo que hacen es enrarecer el ambiente laboral y mermar toda esta buena disposición que podría haber.

En el artículo de hoy, os quiero hablar precisamente de todo esto, de los problemas en equipos de trabajo, de la resolución de conflictos laborales y de cómo prevenir conflictos y liderar un equipo de trabajo, conflictivo o no, adecuadamente.

 

Resolución de conflictos laborales

Para comenzar, vamos a definir un par de términos que, en muchas ocasiones, marcan la diferencia cuando tratamos de resolver problemas entre compañeros de trabajo.

Según la RAE:

  • Oír: Percibir con el oído los sonidos.
  • Escuchar: Prestar atención a lo que se oye.

Cuando buscamos gestionar un conflicto dentro de un equipo de trabajo, oír está bien, pero lo realmente importante es escuchar. Estar atentos, practicar una escucha activa y consciente. Debemos imbuirnos a fondo, prestando atención, con el objetivo de entender, incluso de empatizar.

Es ocasiones cuando el conflicto laboral llega a nuestros oídos, si no hemos prestado atención previa, podemos encontrarnos con que lleva gestándose mucho tiempo atrás. En consecuencia, tendremos que poner especial cuidado para entender todo sobre la situación de conflicto ante la que nos encontramos.

Para comprender de verdad qué está pasando, cómo se sienten y han sentido esas personas, debemos de ser capaces de ponernos en sus zapatos. Poner nuestro cuerpo en el cuerpo de la otra persona y profundizar en cómo se está sintiendo y en qué le ha llevado a sentirse así.

Sin embargo, en lo que se refiere a problemas entre trabajadores de una empresa, en muchas ocasiones se tiende a negarlos, ignorarlos o restarle importancia. De esta forma, el conflicto laboral no solo no desaparece, si no que puede ir creciendo hasta incluso implicar a una parte muy numerosa de la plantilla.

 

protocolo de resolucion de conflictos laborales

 

Protocolo de resolución de conflictos laborales

  1. DETECTAR
  2. ENTENDER
  3. BUSCAR PUNTOS DE ENCUENTRO
  4. DECIDIR Y ACTUAR
  5. SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN

1. Detección de los conflictos

Lo primero, para poder resolver un problema entre compañeros de trabajo, adecuadamente, es conocer ese problema. Para ello, es fundamental la fase de detección. Cuanto más precozmente lo detectemos, antes podremos poner los medios para solucionarlo. De esta manera, trabajaremos para que afecte lo menos posible al buen funcionamiento de nuestra empresa.

Eventualmente, puede comunicárnoslo otra persona, incluso una de las partes implicadas. Sin embargo, en muchas otras ocasiones, para hacerlo, deberemos estar atentos a las señales de alerta. Estas señales pueden ser de diversos tipos, unas más explicitas y otras no tanto.

Por un lado, podemos empezar a oír ciertas quejas, provenientes de una o varias personas. Por otro, observar que las personas que forman el equipo hablan poco entre sí. Puede llegar a ocurrir que detectemos muy poco trato entre ellos, evitando al máximo el contacto, con un lenguaje corporal negativo. Esto puede llegar a una evidente falta de cordialidad entre ellas e incluso a malas formas.

Llegado el caso, podemos encontrarnos con que los plazos comienzan a ser incumplidos. Por añadidura, es posible que lleguemos a detectar que se ignoran instrucciones de trabajo deliberadamente.

Dentro de esta fase de detección de conflictos en equipos de trabajo, es muy importante no solo estar atentos, si no, no banalizarlos cuando aparecen las primeras señales.

En ocasiones, cuando nos enfrentamos a este tipo de problemas, nuestro primer instinto puede ser negarlos. En consecuencia, le quitamos importancia a las señales que estamos percibiendo.

A pesar de que estamos viendo, a dos personas que se enfrentan entre ellas, que no trabajan bien juntas, entre las que observamos que no fluye la comunicación, aun así, en ocasiones, no lo queremos ver, lo minimizamos. Puede que para no tener que enfrentarnos a ello.

 

2. Entender el problema entre compañeros

“No pasa nada, son pequeños roces” podríamos pensar. Pero la realidad es que hay algo que está pasando. Entender qué es lo que está pasando es lo primero que hay que hacer una vez detectado el conflicto entre compañeros.

Para comenzar, debemos cambiar nuestra mirada y, sobre todo, no minimizarlo. Debemos entender desde la calma. Pensar que esto no deja de ser un problema más en nuestra empresa, que tenemos que resolver de la mejor manera posible.

En el mundo de la industria, a veces, hay alguna máquina que no funciona bien y hay que reajustarla. Algo similar podríamos pensar que está ocurriendo con nuestro equipo de trabajo. Hay una relación entre dos o más personas que no funciona bien y tenemos que tratarlo.

Siempre, ante un problema, lo peor que podemos hacer es no hacer nada. Recordad cuando hablamos de cómo tomar decisiones en una empresa y os comentaba que la peor decisión es no decidir. En este caso, estamos ante algo similar. Lo primero es tener la decisión clara de que me tengo que poner en acción, tengo que hacer algo.

Para hacer ese algo, debemos hacerlo sin tensión, sin crispación y sin prisas. De esta manera, podremos empezar a escuchar, a hablar y, por consiguiente, a entender la realidad del problema entre compañeros que nos ocupa.

Con el propósito de llegar al fondo del asunto en los conflictos laborales, debemos evitar las generalizaciones y evitar los “siempre que…”, “cada vez que…”, “todas las veces que yo…” En contraposición, debemos buscar los casos concretos que están ocasionando esos roces entre compañeros.

Es importante tener en cuenta que las generalidades no nos van a mostrar la raíz del problema. Tenemos que profundizar y no quedarnos en la superficie del asunto. Debemos, además, entenderlo desde el punto de vista de la empresa.

 

gestion de conflictos en equipos de trabajo

 

3. Buscar puntos de encuentro

Para comenzar, hablaremos con todas las partes implicadas en el conflicto por separado. De este modo, podremos escuchar las diferentes versiones e ir entendiendo qué es de verdad lo que está ocurriendo.

Además de hablar con los implicados por separado, para la resolución de conflictos laborales, vamos a necesitar compartir posiciones en conjunto. De este modo, comenzaremos a buscar puntos en común.

Independiente de la posición que tengamos dentro de la empresa, técnicos, directivos, directores generales, dueños… todos debemos ponernos en el prisma de la empresa para entender el fondo y observar qué impacto tiene todo esto en la organización.

En muchas ocasiones, lo primero que aflora es solo la punta de iceberg. Primeramente, las personas tienden a generalizar y quedarse en la superficie. Será nuestra labor llegar hasta lo que realmente está sucediendo, al origen real e inicial del problema en el equipo de trabajo.

Cuando llegamos al fondo, podemos comenzar a encontrar qué puntos son más importantes para cada una de las partes implicadas. Vamos a encontrar los puntos qué tienen en común, otros en los que simplemente no están de acuerdo y aquellos que verdaderamente generan fricción.

Llegado este momento, es fundamental observarlo y valorarlo todo desde el punto de vista de la empresa, de lo qué es realmente importante para el buen funcionamiento de esta.

En ocasiones, podemos realmente encontrarnos con que el conflicto lo hemos ido generando nosotros mismos. Hemos ido dejando de tomar decisiones, de tomar acciones y dejando de liderar de forma adecuada. Como consecuencia, los problemas han ido creciendo cada vez más.

 

4. Decidir y actuar para la resolución de conflictos

Es importante recordar siempre que, como líderes, nuestra obligación es llevar las riendas. Es positivo que el equipo sea independiente, pero nuestra primera obligación también es tomar decisiones. Incluso cuando ejercemos un liderazgo democrático y escuchamos a nuestro equipo, la responsabilidad de la decisión continúa siendo nuestra.

Consecuentemente, aun ejerciendo un estilo de liderazgo democrático, la toma de decisiones, en base a lo que se ha estado escuchando, es fundamental. No podemos abdicar y simplemente esperar a que los demás decidan.

Consecuentemente, una vez entendido bien el fondo, observado los puntos comunes y analizadas las diferencias, debemos decidir y actuar para resolver el conflicto del equipo de trabajo.

No decidir, genera no actuar y el no haberlo hecho en el pasado incluso puede ser lo que ahora nos esté generando conflictos laborales.

En conclusión, una vez detectado el problema, entendido y analizadas las diferencias y puntos en común entre los compañeros, llegará el momento de tomar decisiones, unificar visiones y trabajar todos a una por el bien común, siempre desde el prisma de la empresa, su buen funcionamiento y rentabilidad.

 

5. Seguimiento y evaluación de los conflictos

Una vez tomadas las decisiones y las acciones que consideremos necesarias para la gestión del conflicto, debemos hacer un seguimiento de estas. Necesitamos seguir observando si realmente las acciones que hemos tomado están funcionando en la resolución del problema, si todo sigue igual o, incluso, si están generando otros roces.

En función de cómo vayan aconteciendo los hechos, y de cómo sean el resultado de las acciones tomadas, deberemos evaluar si el problema ha quedado resuelto o si debemos volver a actuar para solucionarlo.

 

resolucion de conflictos laborales

 

Cómo prevenir los conflictos laborales

Si hay algo, si cabe, más importante que el protocolo de resolución de conflictos laborales, es la prevención de los propios conflictos.

En este sentido debemos tener en cuenta diversos factores que nos ayudarán a prevenir los problemas entre trabajadores de nuestra empresa:

1. Hacer una acertada selección de personal

Uno de los motivos por lo que se producen conflictos en una organización es por los choques de personalidades. Del mismo modo, es frecuente que haya problemas cuando unas personas dentro del equipo están alineadas con los valores de la empresa y otras no.

Debemos trabajar en una selección de personal poniendo en el centro la actitud, personalidad, visión y valores de la persona, teniendo en cuenta que sean acordes a los de la empresa.

En este sentido, también debemos tener en consideración el puesto que va a ocupar. Cuando una persona está en un equipo de trabajo, o relacionándonos con clientes, van a convivir personalidades muy distintas. Es fundamental tenerlo en cuenta en el proceso de selección.

Una ayuda a todo esto, es conocer los perfiles de personalidades DISC de los miembros del equipo. Conocerlos nos ayudará a entender comportamientos, evitar fricciones y sacar el máximo potencial a cada uno de ellos.

 

2. Ejercer un liderazgo adecuado

La falta de liderazgo, sea como gerente, director o responsable de un equipo, y el no tomar decisiones, puede hacer que sean personas del equipo, a las que le falta la visión de conjunto, las que tomen decisiones y esto ocasione conflictos laborales.

Un liderazgo inadecuado que cree un mal ambiente laboral, demasiada presión o que tome decisiones injustas, también es probable que acabe creando problemas en el equipo.

Debemos preocuparnos por mejorar nuestro rol de líder, estar atentos, tomar decisiones adecuadas y fomentar un buen ambiente laboral.

 

3. Mantener unos buenos canales de comunicación

  • Escuchar con atención
  • Leer entre líneas
  • Hablar sistemáticamente

Antes de haber un gran conflicto, generalmente hay un pequeño conflicto. Antes de una gran molestia, ha habido una pequeña molestia, de ahí la gran importancia de estar atentos.

Debemos escuchar con atención, primeramente, pero también leer entre líneas. Saber ver más allá, detectar esas conversaciones que pueden significar más de lo que aparenta en la superficie.

La comunicación con nuestro equipo es uno de los pilares fundamentales para que todo fluya. Por este motivo y, sin prejuicio de todo lo anterior, una de las maneras más importantes de prevenir conflictos laborales, es hablar sistemáticamente con las personas.

Hablar con nuestro equipo es sentarte con esa persona, preguntarle cómo está, cómo se siente, qué tal va, cómo está viviendo algo… No es necesario que esta sea una actividad diaria, pero sí cada quincena o cada mes deberíamos tener esa conversación pausada, más personal.

Es importante que la persona pueda sentirse escuchada y que realmente pueda abrirse a ti, confiar y hablar. Esto lo podemos hacer por supuesto como gerentes, responsables de área o líderes de equipo, pero también lo podemos hacer como compañeros de trabajo.

Sentarse, tomar un café, hablar… escuchar con atención, leer entre líneas y sobre todo, hablar sistemáticamente nos ayudarán a prevenir conflictos y también a cuando los haya, que la tensión sea menor.

 

comunicacion equipo de trabajo

 

Importancia de tener un equipo de trabajo sin conflictos

Las empresas en realidad no dejan de ser las personas que las forman. Por este motivo, tener un equipo de trabajo en armonía, sin conflictos, y alineado con los objetivos y valores de la empresa, es fundamental para el buen funcionamiento y rendimiento de esta.

Una empresa libre de conflictos genera un buen clima laboral, aumenta la permanencia en la empresa, disminuye la rotación del personal y contribuye a la retención del talento.

Los equipos sin problemas entre compañeros hacen que aumente la motivación del personal. En consecuencia, mejora el desempeño y la productividad del equipo. Igualmente, aumenta y mejora la comunicación, así como el flujo de ideas de las personas.

En definitiva, un equipo satisfecho, contento y motivado es fundamental para hacer que tu negocio funcione de forma óptima y pueda alcanzar todo su potencial y no desviarse de sus objetivos.

Ahora, piensa en tu empresa ¿tenéis un buen ambiente laboral? ¿hay algún roce entre compañeros? ¿sientes que eso merma la productividad? ¿sabes cómo resolverlo? ¿Sabes cómo hacer una selección de personal adecuada para evitar los conflictos?

Si quieres saber más sobre el tema, o incluso si necesitas ayuda para solucionar un problema en el equipo o para hacer un proceso de selección óptimo, no dejes de consultarme, estaré encantado de ayudarte.

 

liderar un equipo de trabajo

Además, si quieres saber cómo podemos acomparte de manera personalizada, mejorar tu liderazgo y aumentar tu beneficio empresarial, no dudes en consultarnos y/o solicitarnos un diagnóstico gratuito de tu negocio. Nuestros programas de mentorización y coaching ejecutivo están pensados para ayudarte a crecer y mejorar el día a día de tu empresa.

 

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