Hábitos y creencias: cómo cambiarlos para tener mayor éxito empresarial

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En el artículo de hoy me gustaría hablaros de hábitos y creencias y, dentro de estas, de las creencias limitantes. También, de cómo el cambiar tus creencias limitantes puede ayudarte de forma importante en tu desarrollo personal, profesional y empresarial.

Pero… ¿Qué es un hábito? ¿Qué es una creencia? ¿Y una creencia limitante? ¿Cambiando hábitos o creencias puedo mejorar mi liderazgo y gestión de equipos? ¿Puedo mejorar productividad y motivación? ¿Puedo hacer mi empresa más rentable? Acompáñame en el artículo de hoy, para conocer con más detalle estas cuestiones.

¿Qué es un hábito?

Definición de la RAE:

Hábito: Modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas.

Para comenzar, hablemos de qué son los hábitos. Como señala la Real Academia Española en su diccionario, los hábitos son aquellas actividades que hemos adquirido por repetición de las mismas, bien por aprendizaje, bien de forma instintiva.

La mayoría de las cosas que hacemos a lo largo de nuestra jornada realmente son hábitos. Actividades rutinarias que tenemos interiorizadas y que hacemos de forma casi automática. Tareas a las que no dedicamos tiempo a pensar o decidir sobre ellas.

Una de las claves de que funcionemos a base de hábitos es, precisamente, este último punto. Gran parte de las acciones que realizamos en nuestro día a día no requieren de un proceso de análisis y toma de decisión; nuestro cerebro actúa de forma mecánica porque ha aprendido, generalmente a base de reiteraciones, lo que hay que hacer.

Los hábitos nos permiten una gran optimización de nuestros recursos mentales. Nuestras neuronas han establecido las conexiones necesarias para actuar y mantener estas acciones en un nivel inferior del cerebro. Esto nos permite emplear el resto de nuestros recursos mentales en otras actividades que requieren un mayor consumo de energía y la activación de las regiones del cerebro más evolucionadas.

¿Qué es una creencia?

Definición de la RAE:

Creencia: Firme asentimiento y conformidad con algo.

A continuación, vamos a hablar de qué son las creencias. Refiriéndonos, en este caso, a la primera acepción que da el diccionario de la Real Academia y que se refiere al firme convencimiento de algo.

No nos referiremos a su tercera acepción, las creencias religiosas. Sino a las creencias y convencimientos que tenemos asentadas en nuestra mente. Ideas sobre nuestros negocios, empresas, personalidad, habilidades ejecutivas, de liderazgo, de gestión…

Una creencia es algo bastante diferente a un hábito. Son también tendencias que tenemos y que nos ahorran tiempo y recursos mentales, pero en este caso no tanto a la hora de hacer las cosas sino más bien, a la hora de tomar decisiones.

Las creencias también son atajos de nuestro cerebro, cosas que hacemos o dejamos de hacer, dando por sentada la decisión. Podemos tener asimiladas muchas creencias, lo que hace que no valoremos qué decisión tomar de cada vez antes de actuar. De esta manera, no invertimos recursos en ello y podemos centrarnos en otras tareas.

Ejemplos:

Si pasa A, hay que hacer B.
Ese tipo de soluciones no funcionan.
Este tipo de producto va a funcionar siempre bien.

¿Son buenos o malos los hábitos?¿Son buenas o malas las creencias?

El hecho de tener hábitos y creencias, a nivel función ejecutiva, es positivo. Como adelantaba, acompañando a sus definiciones, el hecho de tenerlos permite a nuestro cerebro ahorrar energía y optimizar sus recursos, centrándose en tareas que son menos mecánicas y rutinarias. Nos permite dejar espacio para reflexión y creatividad, para tareas más complejas.

Sin embargo, no debemos perder de vista que, aunque el hecho de tenerlos en sí sea positivo, para tener mayor éxito y una empresa más rentable, podemos tener que mejorar hábitos y cambiar creencias limitantes o aquellas que sean equivocadas.

¿Qué son las creencias limitantes?

Un tipo de pensamiento que puede impedirnos avanzar en nuestro negocio, o incluso tomar decisiones equivocadas de forma recurrente, por no atrevernos a probar otras opciones, son las creencias limitantes.

Una creencia limitante es una opinión, que tienes sobre ti mismo, que te condiciona a la hora de actuar y de tomar decisiones. Habitualmente, son ideas que se han asentado en tu mente sobre tu persona o capacidades, ideas negativas y, normalmente, equivocadas. Como su propio nombre indica, estos autoconceptos te limitan.

Las creencias limitantes normalmente tienen su origen en la búsqueda de protección, buscamos sentirnos seguros. El miedo a lo desconocido o las malas experiencias pasadas pueden hacer que estas ideas se asienten en nuestra mente.

Ejemplos de creencias limitantes:

Este tipo de clientes no son para mí.
No sé vender.
Se me da mal la gente.
No puedo delegar, es mejor hacerlo todo yo.
No tengo tiempo.
Se me da mal hablar en público.
Nunca seré un buen líder.

Esto es solo una pequeña muestra de algunas de las ideas que podemos tener interiorizadas y que pueden estar haciendo que no avancemos. Un autoconcepto equivocado hace que no alcancemos todo nuestro potencial, en definitiva, limita nuestro desarrollo personal, profesional y empresarial.

¿Cuánto nos cuesta cambiar un hábito?

Hay mucha literatura y poco acuerdo sobre cuánto tiempo nos lleva cambiar un hábito. Una idea extendida es que cambiar un hábito lleva 21 días. Sin embargo, las opiniones son diversas puesto que, va a depender en gran medida del tipo de hábito y de la persona en cuestión.

Las repeticiones sistemáticas que conforman los hábitos generan una actividad a nivel basal en nuestro cerebro. Esto hace posible que llevemos a cabo estas acciones de forma automática. En esta línea, hay estudios que afirman que algunos de ellos los tenemos tan arraigados en nuestro cerebro, que basta cualquier mínima señal para reactivarlos, incluso aunque pensemos que ya los hemos perdido.

Adquirir una nueva rutina supone un importante esfuerzo extra para el cerebro. Por este motivo, aunque dejemos de repetirla, nuestro cerebro no la borrará tan fácilmente. A veces, solo necesitamos que algo o alguien nos la recuerde, y organizarnos un poco, para volverla adquirir.

En el lado contrario, hay hábitos que podemos adquirir rápidamente. A veces, en unos días o semanas. Pero no podemos perder de vista que otros nos pueden llevar meses, o incluso años. Si lo que buscamos es constituir un hábito de forma que lo tengamos completamente interiorizado, algo que esté tan metido dentro de ti que constituya la forma en la que tú te comportas, en la actúas en tu día a día, no será rápido y probablemente necesitaremos algo de organización y estrategias para hacerlo.

¿Cuánto nos cuesta cambiar una creencia?

Al igual que ocurre con los hábitos, las creencias que tenemos muy interiorizadas a veces son muy insistentes. Sin embargo, en ocasiones, una creencia se puede cambiar en un segundo. Solo hace falta que ocurra algo que nos muestre de forma objetiva que estábamos equivocados sobre ella.

Las creencias se suelen basar en aprendizajes y experiencias, propias o ajenas, y algunas de ellas pueden cambiar de forma casi instantánea. Si piensas, por ejemplo, que algo o alguien es infalible y de repente falla, se acaba esta creencia tuya al respecto.

Cuando alguien nos acompaña y nos motiva a cambiar, y vemos los resultados, nuestro cerebro va haciendo nuevas conexiones. Estas van aumentando exponencialmente a medida que observamos que cambiando esa o esas creencias vamos consiguiendo nuestros objetivos. De esta forma la velocidad con la que cambiamos otras creencias puede también ir en aumento.

La importancia de tener creencias y hábitos exitosos

Como podéis imaginar, después de llegar hasta aquí, la importancia de tener hábitos exitosos y creencias de empresa y personales acertadas es clave para nuestro desempeño. El logro de nuestros objetivos profesionales y empresariales dependerá en gran medida de ello. Mejorar tus hábitos y creencias, entre otras cosas, supondrá:

Mejorar tu liderazgo y gestión de equipos.
Aumentar tu motivación y la de tu equipo.
Mejorar tu gestión del tiempo y productividad.
Aumentar tu creatividad.
Mejorar en la resolución de problemas o imprevistos.
Aumentar la rentabilidad de tu negocio.
Desarrollo personal y tiempo para ti mismo.

¿Cómo cambiar hábitos y creencias?

1️⃣ El cambio de un hábito o una creencia suele necesitar una motivación, un para qué. Pensemos en qué ámbito queremos mejorar o qué objetivo o meta queremos conseguir en nuestro negocio.

2️⃣ Para poder cambiar algo, sea un hábito o una creencia, lo que debemos hacer para empezar es identificarlo. Detectar qué creencias y hábitos están relacionados con esos objetivos que deseamos alcanzar. Debemos tener en cuenta que, en el caso de las creencias limitantes, esto puede no ser tan evidente.

3️⃣ Una vez identificadas, debemos analizarlas y verificarlas para descubrir en qué las sustentamos, así cómo descubrir si son acertadas y convenientes o no.

4️⃣ Cuando hayamos llegado a la conclusión de cuáles son equivocadas o mejorables, debemos trabajar para llevar a cabo el cambio de estas.

Para hacer efectivos esos cambios es necesario tener la motivación, grandes ganas. Es fundamental trabajarnos nosotros mismos, a veces con el acompañamiento de alguien. Escapar de la idea de fuerza de voluntad, lo que necesitamos realmente es estrategias y organización. Cambiar un hábito o una creencia puede suponer un cambio fundamental en tu vida y, sin duda, un cambio brutal en tus resultados. A veces puede ser necesario emplear tiempo, pero merece mucho la pena.

Ahora, piensa en ti: ¿Cuáles son tus hábitos y creencias de empresa?

¿Qué piensas sobre tus habilidades? ¿Crees que tienes hábitos exitosos? ¿Qué creencias tienes sobre tu negocio? ¿es bueno subcontratar? ¿es beneficioso externalizar? ¿mejor tener gente propia? ¿es bueno ir a cierto tipo de clientes? ¿mejor ir a clientes grandes? ¿es preferible ir a clientes pequeños? ¿es bueno pedir préstamos? ¿no es bueno pedir préstamos? ¿es mejor que nos paguen por anticipado? ¿mejor no?

Sean cuales sean, te animo a reflexionar sobre qué te mueve a hacer las cosas, qué te ha llevado a tener esos hábitos y esas creencias, cuáles de ellas te gustaría cambiar y alcanzar tus metas.

Personalmente, trabajo mucho con las creencias y hábitos de mis clientes, los acompaño a cambiarlos. Es una tarea fundamental de todas las que hacemos puesto que, gracias a estos importantes cambios, conseguimos grandes objetivos y alcanzamos nuestras metas, incluidas nuestras posibles estrategias de expansión.

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