Punto de equilibrio de una empresa: qué es y cómo se calcula

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¿Qué es el punto de equilibrio de una empresa? ¿Cómo se calcula? ¿Para qué sirve conocerlo? ¿Cuáles son las fórmulas para calcularlo?

Como suelo remarcar, dominar nuestros números es fundamental en cualquier empresa, independientemente del tamaño de esta. Hacerlo es lo que nos va a permitir definir estrategias y tomar decisiones acertadas.

Estas decisiones, no solo mejorarán su rentabilidad y sostenibilidad, sino que harán posible su crecimiento y expansión en la medida que nosotros deseemos.

Dentro del dominio de los números de nuestra empresa, entender y calcular el punto de equilibrio, es fundamental. Al hacerlo, podremos planificar de manera más exitosa, controlar costes y maximizar la rentabilidad de nuestro negocio.

Por este motivo, si quieres conocer más sobre el punto de equilibro y cómo aumentar la rentabilidad de tu empresa, te invito a que me acompañes. Estas, entre otras cuestiones, son las que trataremos de desgranar en el artículo de hoy.

¿Qué es el punto de equilibrio de una empresa?

Vamos a comenzar definiendo qué es el punto de equilibrio, también llamado break even point, punto muerto o umbral de rentabilidad, un indicador financiero que marca ese momento mágico, de felicidad, en el que nuestro negocio comienza a generar beneficios.

¿Esto qué significa? El nivel de ventas con el cual los ingresos totales igualan a los gastos totales, fijos y variables. En otras palabras, en este punto resulta un beneficio neto de cero, no hay pérdidas ni ganancias.

Este punto de beneficio cero, conlleva ser el punto en el cual mi empresa ni gana ni pierde dinero. Pero, en consecuencia, también el punto a partir del cual mi negocio empieza a generar beneficios y ser rentable.

Punto de equilibrio: Ventas a partir de las cuales el negocio genera beneficio

En la práctica, es el resultado de esa maquinaria que hemos ido engrasando, que hemos ido haciendo funcionar, consiguiendo que cada vez vaya mejor. Hemos ido reduciendo los problemas que teníamos, generando buenos sistemas, generando un buen nicho…

Como resultado, todo ello hace que llegue ese momento en el que se producen esas ventas que hacen que mi negocio ya está generando beneficio. Ventas que hacen que superemos el punto de equilibrio de nuestra empresa.

¿Cómo se calcula el punto de equilibrio de una empresa?

Para calcular el punto de equilibrio, hay dos datos fundamentales que debemos conocer: mis gastos fijos y mis gastos variables. Con ellos, además, obtendremos nuestros costes totales.

Gastos fijos: son aquellos gastos que tenemos todos los meses, independientemente de las ventas que tengamos. Ejemplos pueden ser el alquiler del local, los sueldos, seguros, suministros, suscripciones…
Gastos variables: por el contrario, son aquellos costes que dependen directamente de las ventas de cada producto o servicio. Por este motivo, también reciben el nombre de gastos variables con la venta o gastos directos de venta. Estos pueden ser, por ejemplo, materias primas, transportes, packaging, etc.
Costes totales: es el resultado de la suma de los gastos fijos más los variables.

Al conocer nuestros costes totales, podemos calcular nuestro punto de equilibrio. Éste aparece en el momento en el que las ventas que yo tengo igualan a mis gastos fijos y a mis gastos variables.

Para visualizarlo de forma sencilla, lo vamos a representar gráficamente:

Representamos nuestros gastos fijos, en una línea horizontal dado que no dependen de la venta. 🀰
Después, nuestros gastos variables con una línea ascendente y proporcional a nuestras ventas. 🀰
La suma de ambas cantidades nos dará nuestros costes totales. Resultará paralela a los gastos variables. 🀰
Por otra parte, vamos a representar las ventas con otra línea ascendente. Esta marcará los ingresos que supone cada venta. 🀰

Podemos observar que, hay un momento “mágico” en el que ambos gastos se igualan ◉ Ese es nuestro punto de equilibrio. Lógicamente, no es que sea mágico como tal, es matemático, pero para el negocio empieza a ser mágico ya que sabemos que, a partir de ahí, nuestra empresa comienza a ser rentable.

Cómo mejorar la toma de decisiones en una empresa

Para qué sirve el punto de equilibrio

El punto de equilibrio es clave para entender mi negocio. Da una visión de todos los elementos relacionados con mi empresa desde el punto de vista económico, del dinero.

Todo confluye en ese punto, por este motivo es esencial para entender la salud financiera de una empresa. De esta forma, poder planificar estrategias acertadas que lleven a obtener una mejor rentabilidad.

Tener claro nuestro Break event point es importantísimo. Indiferentemente del tamaño de la empresa, me permite entender muchas de las variables del dinero que influyen en mi negocio.

Una vez que tenemos localizado ese punto de ruptura, podremos empezar a hacernos preguntas sobre cómo puedo cambiar y mejorar, teniendo toda esa información en cuenta en mi empresa.

Nos permite, por ejemplo, analizar de qué manera es posible hacer que ese punto pueda estar más abajo. Cuanto más bajo esté, significará que menos ventas tendré que hacer para llegar a él. Esto significará que cada mes, antes conseguiré que mi empresa genere beneficios.

Importancia y Aplicaciones del Umbral de Rentabilidad

Adentrándonos un poco más en lo que supone conocer y comprender nuestro punto de equilibrio, podemos citar algunas de las principales utilidades que tiene dominarlo.

1 – Control de Costes.

2 – Fijación de Precios.

3 – Planificación Financiera.

4 – Control Presupuestario.

5 – Evaluación de Riesgos.

Control de Costes: Nos ayuda a tener identificados y controlados tanto nuestros costes fijos como los variables. De esta forma podremos promover una gestión más eficiente de los recursos.

Fijación de Precios: Conocer nuestro Break event point nos facilitará definir nuestra estrategia de precios. Saber cuánto se debe vender a ciertos precios ayuda a establecer tarifas que cubran los costes y generen beneficios.

Planificación Financiera: Nos permite evaluar y prever el impacto que pueden tener los cambios que puedan producirse en los costes fijos, costes variables, precios o volumen de ventas.

Control Presupuestario: Nos ayuda a comparar nuestras previsiones con la realidad. También a detectar donde se están produciendo las posibles desviaciones y analizar problemas de rentabilidad.

Evaluación de Riesgos: Conocer el punto de equilibrio de la empresa nos permite evaluar el riesgo asociado con nuevas inversiones o cambios en la producción.

Punto de equilibrio: Clave para entender mi negocio

Como hemos visto hasta aquí, conocer y manejar el punto de equilibrio de un negocio es clave. Es una herramienta muy valiosa para la toma de decisiones estratégicas.

Conocer nuestro punto o umbral de rentabilidad nos permite tomar decisiones más informadas sobre el lanzamiento de nuevos productos o servicios, la ampliación de la producción, la expansión de la empresa o la inversión en nuevas tecnologías.

Por ejemplo, antes de lanzar un nuevo producto, una empresa puede calcular el punto de equilibrio para determinar cuántas unidades necesitan vender para cubrir los costos iniciales y evaluar si el objetivo de ventas es realista.

También debemos tener en cuenta, cuando hacemos nuestro cálculo del punto de equilibrio, tenemos siempre nuestro uso máximo, que sería el punto a partir del cual necesita hacer cambios en estructura. Eso es lo que nos permite calcular nuestro nuevo punto de ruptura.

Ahora es tu turno, ¿Conoces el punto de equilibrio de tu empresa?

¿Tienes calculado ese punto de inflexión donde tu empresa empieza a generar beneficios? ¿Sabes cuánto necesitas vender para alcanzar el punto de equilibrio y que tu empresa sea rentable? ¿Tienes sistematizados tus procesos de forma que tus costes sean los mínimos?

Termino hoy con una frase:

“El dinero no crece en los árboles, pero que sí crece de forma parecida a los árboles; necesita sembrar acciones y esperar tiempo prudente para dar sus frutos…”

Muchas veces pensamos que generamos dinero por algo que hacemos hoy. Por ese gran evento o esa gran acción… Sin embargo, son también los pequeños gestos, como es sembrar una semilla, con los que vamos a conseguir esos grandes frutos a largo plazo.

No busques el resultado a corto plazo. Los que me conocéis sabéis que yo no creo en la suerte. Lo que sí que creo es en el trabajo, en la persistencia, en la constancia y en seguir apostando por aquello que realmente quieres. Y al final, todo ese trabajo y constancia, acompañado de decisiones acertadas, te va a dar sus frutos.

Hasta aquí el artículo de hoy, pero, si tienes preguntas, dudas o quieres que lo revisemos juntos, sin ningún tipo de compromiso, puedes ponerte en contacto conmigo. Tendremos una primera sesión donde podremos conocer tus retos y cómo te podemos aportar. De esa manera, puedes descubrir más sobre cómo es el punto de equilibrio de tu negocio, aumentar la rentabilidad, expandir tu empresa, conseguir un mejor equipo, una mejor calidad de vida… o cualquier otra meta que tengas.

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