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Cuantas veces mientras estamos en un proceso de selección de un vehículo nos sorprende ver circulando por la calle el modelo que nos gusta una y otra vez. Hasta ese momento nunca lo habíamos visto, sin embargo, ¡oh casualidad!, ahí está el mismo modelo, con el mismo color y acabado.

O cuando esperamos un hijo aparecen ante nuestros ojos decenas de mujeres embarazadas, carritos de bebé, tiendas de ropa y accesorios infantiles. ¿Qué ha sucedido para que tantas familias en nuestro entorno estén esperando un hijo?

¿Es pura casualidad?. No. Nuestro sistema S.A.R se ha activado. ¿Eses coches o esas mujeres no estaban ahí antes? Por supuesto que sí, pero ahora nuestro cerebro sabe que son importantes para nosotros y activa nuestro estado de alerta, presentando a nuestra consciencia todos los eventos relacionados con aquello que queremos o ansiamos.

¡Es el Sistema de Activación Reticular, o en su abreviatura S.A.R.!

Gracias a él estamos vivos y existimos como especie, nos ha permitido durante años detectar en los bosques, en las selvas o en las montañas los elementos que nos puedan dar de comer, refugio o aquellos de los que huir. ¡Gracias S.A.R!

La importancia de estar enfocados

Ahora, en una era completamente distinta y cambiante, entender la importancia de estar enfocados y conocer cómo trabaja nuestro cerebro, nos abre un sinfín de oportunidades para cumplir nuestros objetivos empresariales y personales, e impactar en nuestros colaboradores y clientes potenciales.

Centrar nuestros esfuerzos en potenciar lo importante y entender cómo nuestros clientes valoran nuestra oferta y lo que les mueve a la hora de tomar una selección de compra de nuestros productos y servicios, resultará una herramienta de gran valor para nuestro negocio.

¿Sabías que los seres humanos somos capaces de atraer todo lo que deseamos?

El Sistema de Activación Reticular (S.A.R. o “RAS”, de sus siglas en inglés) es el sistema que permite procesar la información de los estímulos que captan nuestros sentidos y enviar sólo una parte de ella a nuestro centro de atención, situado en el parte más evolucionado del cerebro, haciéndonos tomar consciencia plena de lo que estamos percibiendo. Tiene como función principal el mantenimiento del estado de alerta y tiene una profunda conexión con las funciones de la consciencia.

Nuestro cerebro, siguiendo la ley de la mínima energía, se enfocará específicamente en las cosas que son importantes para nosotros y regulará nuestro estado de vigilia. Gracias a este filtro, somos capaces de escuchar nuestro nombre entre el murmullo cuando alguien nos llama y estamos en un local lleno de ruido. El S.A.R decide qué partes de la cantidad inconmensurable de información que capta nuestros sentidos, son útiles para nosotros y las hace visibles a nuestro consciente.

¿Dónde reside el Sistema de Activación Reticular?

El Sistema de Activación Reticular reside en algunas regiones evolutivas del cerebro, críticas para la supervivencia durante períodos de adversidad o estrés. Se compone de varios circuitos de neuronas que conectan el tallo cerebral con la corteza cerebral, y con los núcleos del tálamo situado encima del hipotálamo.

Está vinculado con la parte más primitiva del cerebro y con la “atención implícita” que es instintiva, inconsciente e involuntaria y que prácticamente no exige esfuerzo.

¿Podemos propiciar la consecución de nuestras metas simplemente por pensar en ellas activando nuestro Sistema de Activación Reticular (SAR)?

Si el cerebro filtra la información y solo somos conscientes de lo que nuestro SAR nos permite, podemos decidir enfocar nuestra atención cada día en algo que deseamos. Nuestro SAR comenzará a filtrar la información que recibe y comenzaremos a fijar nuestra atención en aquello que nos sirva para obtener el objeto de nuestro deseo. El filtro reticular nos mostrará automáticamente las oportunidades que llegan a nuestra vida para alcanzar nuestros sueños y conseguir las metas que nos fijamos.

Visualiza aquello que quieras en tu vida. Cuando se desea algo el Sistema de Activación Reticular (SAR) está alerta y lo detecta pasando dicha información al tálamo y de allí al cerebro límbico y el neocortex (más desarrollado) responsable de la acción racional.

Así, por ejemplo, podemos empaparnos de información leyendo libros de negocio, asistiendo a seminarios o iniciando un programa de entrenamiento con la guía de un profesional certificado. Todo ello favorecerá que nuestro SAR filtre aquella información relacionada con oportunidades de negocio y nos permita pivotar y tomar las decisiones adecuadas.

Para aquellos que habéis trabajado o trabajáis en una fábrica, tenemos el efecto “ceguera de taller”. Podemos pasar al lado de una mancha de aceite y no verla porque nuestro SAR la ha descartado.  En el lado opuesto, cuando nuestro foco se centra en un punto concreto (por ejemplo, que todo el material esté ordenado y en su sitio), somos capaces de detectar hasta la más mínima desviación y corregirla.

De la misma manera, tenemos el recuerdo de empezar a seguir un objetivo concreto y empieza a mejorar por el simple hecho de estar siguiéndolo. ¡Acabas de activar tu S.A.R!

¿Cómo podemos captar la atención de nuestros clientes potenciales y activar su Sistema de Activación Reticular?

Si queremos conectar con nuestro equipo y con nuestro público potencial hemos de tener en cuenta varios aspectos relacionados con lo que acabamos de leer:

  • Sé breve. Cuanto más corto sea el mensaje mayor atención captará de tu público.

Se ha determinado que la capacidad de atención de una persona es extremadamente reducida. La atención explícita que puede ser controlada cognitivamente de forma consciente por el individuo exige un gran esfuerzo y consumo de energía. En condiciones normales un individuo solo podrá mantener la atención por periodos de tiempo de entre 3-15 minutos o mayores, de hasta 45 minutos, siempre y cuando no existan otros estímulos o distracciones en nuestro entorno. Para volver a recuperar la capacidad de atención será necesario un descanso.

Si quieres que tu mensaje sea escuchado, estructura el mismo de modo que su extensión no supere los 3 minutos y si debe ser más largo, considera que la atención decaerá y se requierá un  descanso para volver al nivel de máxima focalización.

  • Focalízate en una sola cosa. El que mucho abarca poco aprieta…

El psicólogo y doctor en Harvard, George Miller, autor del artículo “El mágico número siete, más o menos dos” (1956 Psichological Review), demostró siete es el promedio estadístico de las unidades de información que puede gestionar la memoria a corto plazo. Mientras que la memoria a largo plazo es virtualmente ilimitada.

Cuando ejercemos la “multitarea” mantenemos nuestra atención dividida, es decir, distribuimos la capacidad de focalización entre las distintas tareas, reduciendo su intensidad. Tengamos en cuenta que cuanto mayor sea la intensidad de atención, mayor será la probabilidad que la información relevante haya sido guardada en la memoria a largo plazo.

Concluimos que hay que exigir  la atención plena y selectiva en aquellas cosas importantes para nuestros objetivos y evitar cualquier otra actividad o distracción.

  • La conexión entre la dopamina y la atención.

La dopamina es un neurotransmisor que sintetizan las neuronas. Es especialmente importante en la transmisión de impulsos nerviosos hacia los músculos. De igual modo, influye en el funcionamiento del cerebro y del sistema endocrino, regulando la conducta y el estado de ánimo, siendo responsable de favorecer la relajación y el bienestar. Entre sus funciones encontramos la coordinación de ciertos movimientos musculares, la regulación de la memoria, los procesos cognitivos asociados al aprendizaje e incluso se ha visto que tiene un papel importante en la toma de decisiones.

Este neurotrasmisor se genera cuando el individuo entiende que recibirá una recompensa generando una reserva de energía interna que ayuda a mantener activa la atención de forma consciente y sostenida. También interviene en el grabado de la información en los bancos de memoria gracias a que es un reforzador de las conexiones sinápticas.

Concluimos que debemos hacer saber a nuestro público objetivo que su atención será recompensada.

  • Despierte la curiosidad

Formula tus mensajes de forma que despierte la curiosidad de tu público. Todos queremos que nos cuenten historias y aprender cosas nuevas.

  • Empatiza

Lanza mensajes positivos y con humor, esto producirá placer gracias a la generación de endorfinas. La empatía favorece la conexión entre las personas y por consiguiente, se estimula la atención y la expectativa.

¿Estás listo para activar tu R.A.S.? ¿Te has parado a pensar cuál es tu propósito de vida? ¿Has definido tus objetivos? ¿Estás dispuesto a focalizarte en ellos? ¡Acompáñanos en esta aventura de la vida!

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Libro recomendado: “Lo único” – del autor Gary Keller

Escrito por Juan Represa – ActionCOACH España

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